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Qué visitar

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES

La iglesia de Nuestra Señora de los Angeles , antiguo templo románico construido en el siglo XII, fue reformado en estilo barroco durante el siglo XVIII.

El ábside destaca por su color blanco, dado que al igual que el resto del templo esta hecho con bloques de magnífico alabastro: sillares, columnas, capiteles, cimientos, el crismón, etc., bloques reutilizados en la nueva fachada de poniente del templo del siglo XVIII.

Junto a la cabecera del actual edificio gótico se alza la capilla del Santo Cristo, levantada en el siglo XVIII, para albergar a una milagrosa imagen de Cristo. La torre está construida en ladrillo, centrando el muro de poniente

El templo es de planta rectangular distribuida en tres naves al interior. El interior del templo impresiona por sus dimensiones y su cuidado aspecto, bóvedas de crucería con abundantes nervaduras, grandes medallones y arcos apuntados, buena muestra de estilo gótico del siglo XIII.

ERMITA NUESTRA SEÑORA DEL PUY Y PASEO DEL PUY

El Paseo del Puy, este paraje privilegiado, y especialmente cuidado por parte de la administración local, dado el gran apego que los malleneros sienten hacia este entorno.

Fue construido en 1832, a su término se encuentra la Ermita edificada en el siglo XVIII en honor de Nª Sª del Puy de Francia. La imagen es de tez morena, y su figura está vinculada a las primeras cruzadas a Tierra Santa. El edificio tiene planta de cruz latina y nave única; en ella destacan un baldaquino de 1780 y los altares de la misma época.

En el año 2012 se acometieron dos importantes obras: por un lado se rehabilito el edificio de la Ermita, descubriéndose su parte posterior, saneando de humedades el interior y restaurando y pintando la cúpula y el techo. Además el entorno experimento una importante modernización, abriéndose una nueva calle que enlaza con la carretera de circunvalación y fueron remodelados la totalidad de los diversos parques y espacios públicos de recreo que rodean la ermita.

Aledaños a la ermita existen una fuente de manantial que en el año 2014 se ha descubierto, ya que se encontraba bajo un forjado y en grave estado de deterioro. Este manantial que no dejo de manar nunca, ni en las épocas de mayor sequía y cuya leyenda dio origen a la hermosa ermita barroca “Ntra. Sra. del Puy de Francia” y al arbolado Paseo del Puy. Se ha dejado al aire libre, incorporando el espacio al parque existente. También se han adecuado accesos y se han recuperado los arcos del manantial y encauzado debidamente las aguas sobrantes jardines y zonas de recreo para el visitante.

Hacia mitad del paseo se construyeron en los años 80 del siglo XX las piscinas municipales y otros espacios deportivos.

PALACIO DE NAVAS

En la Calle Tudela, nos encontramos en la fachada del nº 29 un enorme blasón de la familia Navas, en recuerdo del edificio (s.XVIII) que allí existió, de igual altura, que fue residencia del rey Carlos IV en su visita a Mallén en 1802.

A la altura del nº 11 de la misma calle existe una calleja (antigua Plaza del Bulgo), con un edificio renacentista del siglo XVII, que perteneció a otra rama de la familia Navas. Es un rincón típico y característico del Mallén antiguo.

PALACIO DE LOS ZAPATA

En la Calle Paradero se encuentra el monumento civil más importante de Mallén.

El Palacio de los Zapata, mandado construir en el siglo XVIII por el comendador Juan Crisóstomo Zapata. Declarado monumento Nacional. Es un edificio Neoclásico. De ladrillo sobre una base de sillares románicos, con huecos de iluminación para semisótanos.

Portal de entrada en piedra, dintel plano con grandes dovelas.Tres grandes huecos rectangulares cerrados con una interesante rejería, y en el centro de la fachada luce un espectacular escudo de armas. Planta noble con 6 grandes huecos con balcones, los 4 centrales muy volados. Barandilla forjada de gran calidad. Planta ático con alero de media caña muy volado sobre cornisa horizontal con huecos de iluminación

El edificio tiene la calificación de Monumento Nacional.

CENTRO CULTURAL ANTIGUO HOSPITAL

Los hospitales sirvieron desde la Edad Media para atender al cuidado y atención de enfermos, vagabundos, peregrinos y de la población más desfavorecida. Mallén tuvo hospital desde esa época y aunque su sede ha variado a lo largo del tiempo, demuestra la importancia de la villa dentro del Camino Jacobeo del Ebro y su compromiso por el auxilio, de los más necesitados.
La arquitectura del edificio
El edificio consta de dos cuerpos, uno destinado a la capilla (Nuestra Señora de la Merced), de una sola planta, y lo que fue el Hospital, con planta baja y dos plantas alzadas. La fachada es de ladrillo cara- vista y gusto clasicista, reflejado en las pilastras que enmarcan el ingreso a la capilla, en un arco de medio punto y en que sustentan un curioso dintel sobre el que se abre un óculo elíptico.
El resto de los huecos de la fachada, correspondiente al edificio de tres planta, tiene una decoración que los enmarca en forma de dientes en el paño que lo circunda, lo mismo sucede en las esquinas. La entrada al mismo está remarcada por un pequeño alero y recercado de ladrillo. La estructura es de muros de carga de ladrillo macizo, excepto en zonas de planta baja (fachada) en donde dicho muro es de sillería de piedra.
Su Historia
Hasta el siglo XVI la Villa de Mallén contó con dos hospitales, aunque con escasos recursos. El Hospital San Valero, fundado por la Cofradía de Santa María, se situaba cerca de la puerta de Tudela. El otro centro de beneficencia, el Hospital de San Andrés o de María Albero, era una fundación instituida por la viuda de Pedro Gómez, en 1424, en el cual se otorgaban las rentas suficientes para su construcción y mantenimiento. Este Hospital se construyó en la Plaza Mayor (actual Plaza de España) y juntó a él construyeron la iglesia de San Andrés. En 1595 el entonces Arzobispo, viendo que ninguno de los Hospitales cumplía convenientemente su función, ordenó el traspaso de la propiedad y rentas al Concejo de la Villa, que procedió a construir un nuevo hospital que recibió el nombre de San Valero y que se ubicó en la Calle Paradero, sede actual de la Biblioteca Municipal. El centro disponía de cuatro camas, dos para hombres y dos para mujeres, que eran atendidas por la "hospitalera".
La actual fachada y el interior del edificio son fruto de una reedificación, gracias al donativo del rey Amadeo I, que se finalizó en 1884. El edificio constaba de tres plantas y ocupaba el mismo lugar que el anterior, se le dio el nombre de "Hospital de San Valero" continuando la tradición de antaño. Para regentarlo el Ayuntamiento autorizó a la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes su gestión. El nuevo centro de beneficencia se inaguró en la fiesta de San Sebastián, el 20 de enero de 1885. Las hermanas mercedarias regentaron el lugar hasta el año 1981, desarrollando el centro las funciones de hospital y escuela. Después de su marcha, el edificio fue destinado a guardería y como sede de los servicios médicos de la localidad.
En el siglo XXI el edificio permaneció cerrado al público durante años hasta que el Ayuntamiento desarrolló una importante reforma en el año 2010, con el objeto de convertirlo en un centro de uso ciudadano que comprende la Biblioteca Municipal, una Sala Polivalente y un Albergue.

EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO "EL CONVENTO"

Se halla ubicado en un gran cerro de escasa altitud, a un kilómetro de distancia de la actual villa de Mallén, muy cerca del río Huecha en dirección oeste.

Los primeros trabajos arqueológicos se realizaron en los años 30 por Armengol, seguidos de otros estudios que se centraban en el estudio de restos numismáticos y cerámicos encontrados. Pero hasta las campañas realizadas en 1987 y 1989, años en los que por fin se excavaba el yacimiento tras una larga etapa de recogida de datos, no se pudo tener una percepción real de la importancia del yacimiento. Los numerosos restos aparecidos en estas campañas fueron considerados de gran valor, y por esta razón en 1991 "El Convento" fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Según J.I. Royo Guillén, "El Convento" tuvo una ocupación continuada desde del siglo VII a. C hasta el siglo III d.C. Durante todo este marco cronológico podemos diferenciar tres fases:

  • La primera fase, abarca desde el siglo VII hasta el VI y V a. C. Es la etapa del primer asentamiento, realizado por un grupo humano que, viendo las buenas condiciones geoestratégicas de la zona, decidieron fundar allí un poblado de nueva planta. Este nuevo asentamiento se fue desarrollando hasta que la cultura de Campo de Urnas en el valle medio del Ebro entró en una fase de decadencia (siglo VI-V).
  • La segunda fase, tiene una secuencia cronológica corta, comienza en el siglo III, y se correspondería al asentamiento Celtíbero, así lo demuestra la secuencia estratigráfica correspondiente al yacimiento, que se adecua muy bien a la constante de las ciudades celtibéricas. La tipología de las casas sigue la tendencia de la etapa anterior (casas rectangulares), hay una abundante producción de cerámica y una gran importación de cerámica Campaniense. La fase acaba en el año 80 a.C. coincidiendo con las Guerras Sertorianas.
  • La tercera fase, abarca desde el siglo I a.C. hasta el siglo III d. C. Los restos Celtíberos son arrasados y se inicia la etapa romana del asentamiento. Fue una etapa de gran florecimiento, sobre todo durante el siglo I-II, mejorándose el urbanismo (calles empedradas, algunas viviendas de lujo, recintos con claro uso industrial..), y los materiales aparecidos son bastante más ricos. El desarrollo de la población fue tal, que se convirtió en una ciudad importante, pero de rango inferior, esto se dilucida al comprobar que no se acuñaba moneda y debido a su pequeño tamaño(7 Ha).
  • Todavía podríamos mencionar otra fase más de ocupación de este yacimiento, una fase en una época bastante más tardía. En el siglo XVI, en el extremo sur del yacimiento, la orden religiosa de los Franciscanos fundó en 1616 un convento que ocupó hasta los años de la desamortización del siglo XIX, de ahí proviene la denominación del yacimiento como “El Convento”.
PATRIMONIO NATURAL

  • Platanero de "Valverde".
  • Parques y Jardines (San Sebastián, Santos González Roncal héroe de Filipinas, Parque de la Iglesia, Parque 8 de marzo).
  • Mirador Delicias.
  • Paseos y Jardines El Puy.
  • Distintos espacios que rodean las carreteras adyacentes a la localidad.
CASA DE LOS ALCALDE

El linaje de la familia Alcalde de Mallén
Manuel Alcalde (1719-1792) vino a Mallén en 1741 para casarse con Clara Mazo y establecerse en la villa, matrimonio del que nació Francisco de Paula (1742). Fallecida la esposa, se casó en segundas nupcias con Francisca Lafuente, de Mallén, en 1757, con la que tuvo 6 hijos: Martín Bruno (fue sacerdote y párroco de la iglesia de Mallén), Manuel (fraile franciscano), José Conrado, Melchora, Manuela y Bernardina. La familia nunca se olvidó de sus raíces navarras, pues Francisco de Paula se casó en 1776 con Rita Auzanaín, nacida en Estella. En 1803 Francisco de Paula y su hermanastro Jose Conrado promovieron una ejecutoria de infanzonía para demostrar su nobleza y vizcaína, siguiendo las leyes que en aquel momento imperaban, y poder así inscribirse en el grupo de nobles e infanzones de la villa de Mallén.
La familia siguió ejerciendo el comercio durante todo el siglo XIX, hasta que Julio Alcalde abrió la tienda en la Calle del Pilar nº5 (posiblemente a finales del siglo XIX o principios del siglo XX), actividad que cesó a mediados de la última centuria, cuando falleció.
La casa solariega
Este edificio lucía en su frontal el blasón del linaje de los Alcalde, ahora visible en el interior. Esta perrogativa podrían manifestarla las familias infanzonas de la villa. El linaje tiene su origen en el lugar de Bernagoitia (Vizcaya), merindad de Zornoza/ Amorebieta, donde tenían casa solariega los Dudagoitia y Alcalde. como así consta en el escudo familiar al juntar los dos apellidos. Uno de sus miembros se estableció en Dicastillo (Navarra) en 1574; algo después (1960) pasaron a la cercana villa de Arellano (Navarra), donde aún se mantiene la casa solariega con la piedra armera de los Alcalde. Ambas poblaciones pertenecen a la merindad de Estella (Navarra), dónde acabaron estableciéndose. Algunos de sus miembros formaron parte del cuerpo notarial y de los concejos de esa villa, además de gobernar la fortaleza de la misma en el siglo XVIII.

CASA DE LA CALLE JUAN MAZO

El edificio renacentista de la calle Mazo de Mallén, construido en los siglos XVI - XVII, obra importante con fachada muy interesante en ladrillo de caravista, bien conservada. Tiene la planta baja con zaguán de entrada resuelto con arco de medio punto. La planta noble con grandes huecos, dos de ellos resueltos con balconada, el tercero con verja, obra de forja de gran calidad. La planta ático con galería corrida de arcos de medio punto abocinados, remata con tejado de ladrillo aplantillado. Catalogada como Monumento Regional.

 

 

 

 

 

 

 

CASA DE LOS FRONTINES

Esta casa monumental data de la segunda mitad del siglo XIX. Su fábrica cuenta con detalles constructivos de inspiración modernista a la vez que se mantuvieron otros con reminiscencias neoclásicas e historicistas.
Arquitectura e historia
Su fachada cuenta con una planta baja sobre zócalo de piedra. En el centro se abre la portada principal enmarcada por dos pilastras muy sencillas. A ambos lados, dos arcos rebajados en cuyo interior se alojan rehundidas sendas ventanas. Antes de la restauración, esta fachada aparecería con el típico revoco de yeso cubriendo la fábrica. Actualmente, se ha dejado el ladrillo visto.
Su planta noble está presidida por un gran balcón - en el centro, sobre la portada principal- que está sustentado por un total de seis canetes de piedra con formas curvilíneas. Los ventanales de este balcón son de forma de arco de medio punto mientras que los laterales mantienen una forma recta adintelada.
En la parte superior de la fachada, como es habitual en las grandes casas solariegas aragonesas, se remata con un alero de madera entre cuyas zapatas se abren un total de siete pequeñas ventanas que permiten que acceda la luz natural a esta última planta de la casa.
El 20 de mayo de 1933 este edificio histórico fue adquirido por la Sociedad de Oficios Varios de la Unión General de Trabajadores (UGT) quienes promovieron su restauración. Actualmente es la sede de ambas organizaciones en Mallén y dispone, además, de un bar de acceso libre en la planta baja que permite acceder al interior de este bello edificio.
El escudo del linaje de los Frontines
El casco histórico de Mallen conserva un buen conjunto de piedras armeras, es decir, de escudos heráldicos tallados en piedra con las armas de los linajes propietarios, en origen, de cada una de las casas.
En la fachada de la Casa de los Frontines se conserva su escudo cuyas armas son un tanto singulares: tres calderos. Los calderos empezaron a aparecer en la heráldica medieval en linajes que son "capitanes de mesnada" que contaban con ejército propio al servicio del Rey.
La caldera se usaba como símbolo de la riqueza de estos ricohombres. En siglos posteriores el arma heráldica de la caldera se mantuvo apareciendo en muchos casos con serpientes en su interior.

MURAL DE MALLÉN, LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS

El mural de Mallén rinde homenaje a Santos González Roncal conocido por ser uno de los protagonistas del episodio histórico conocido como “los últimos de Filipinas”.
El joven Santos, se alistó como voluntario para ir a Filipinas siendo destinado en la localidad de Baler. En la iglesia de la localidad se produjo el famoso sitio, dónde resistieron heroicamente las tropas españolas durante 337 días al cerco de la tropa tagala e ignorando la derrota y el fin de la guerra con los Estados Unidos.
Santos González Roncal tuvo un papel protagonista al ser el corneta encargado de tocar la rendición tras un durísimo asedio, siendo reconocido el valor de este batallón incluso por las tropas enemigas.
De vuelta a casa formó una familia numerosa en Mallén dedicándose a trabajar la tierra. En el 36 fue vilmente asesinado por las tropas falangistas.
El mural ubicado en el parque que recibe el nombre de este insigne mallenero, está firmado por Julia Nada Más.